Emperador Sheng Nung.

En la mayoría de los países asiáticos existen mitos y leyendas tradicionales que explican cómo se descubrió el té. Por lo cual hay varias versiones sobre los orígenes de su descubrimiento. La más conocida es la leyenda china de casi 5000 años de antigüedad. Cuenta la leyenda que el té fue descubierto para el año 2750 AC por el emperador y erudito chino Sheng Nung. El emperador reposaba bajo un árbol silvestre cuando una suave brisa hizo que unas hojas cayeran sobre su cuenco de agua hirviendo. Por salubridad había instituido bajo su mandato que toda el agua para consumo debía ser previamente hervida. Este, al despertar bebió el brebaje, lo que lo hizo sentir revitalizado, relajado y a su vez su mente se vio alejada de tormentos. Shen Nung es conocido como el padre de la agricultura y la medicina china, de quien se dice que alentó al pueblo chino al cultivo del árbol de Camellia Sinensis y su consumo como una bebida cotidiana.

Se conocen referencias antiguas que enfatizan las propiedades medicinales del té. Por ejemplo, el alivio del dolor de cabeza, dolor estomacal, halitosis, eliminación de impurezas del cuerpo, depresión, etc. Un cirujano chino en el año 200 AC lo recomendó para aumentar la concentración mental. Los budistas también lo han utilizado durante cientos de años para la relajación, la concentración mental y para evitar el sueño durante largas horas de meditación.

En China la difusión de ésta bebida, se produjo en la dinastía T’ang (618-907) cuando el monje budista Lu Yu, conocido como el patrón del té, recopiló experiencias y conocimiento de sus antepasados en el primer compendio sobre la infusión, llamado Cha Ching (El Clásico del té).  Lu Yu estaba convencido de que “el té simboliza la armonía y la misteriosa unión del universo”.

En el siglo IX en Japón, los monjes japoneses trajeron de China un nuevo método de meditación, el budismo Zen, junto con la planta de té. Además de sus propiedades medicinales, vieron que era un estimulante para quedarse despierto durante largas horas de meditación. Este se popularizó rápidamente y comenzó a cultivarse, precediendo a la ceremonia del té, o Chanoyu, donde se convirtió en un brebaje unido al arte, la perfección y la pureza.

En la antigua China el comercio del té dió origen a la ruta de la seda, la porcelana, y los caballos, donde se comercializó té con países fronterizos. Hacia el año 400 DC, China exportó té a Japón y al Tíbet. Las rutas de transporte del té tomaban meses. El ladrillo de té se convirtió en moneda de cambio en el comercio, por productos de interés para los chinos: como caballos para el ejército, hierro, sal, pieles, etc.

La Ceremonia del té (Chanoyu).
Ruta del Té

Luego se extendió a Rusia, a través de Mongolia y Siberia. El té transportado en forma de ladrillos compactado, permitía que los camellos llevaran mayor cantidad. Durante las noches los animales reposaban cerca de las fogatas y los ladrillos de té se impregnaban con el humo, lo que hizo percibir a los rusos un té ahumado. Se dice que este suceso dio origen al Lapsang Souchong (té negro ahumado) y al blend Russian Caravan (una mezcla de Keemun (té negro chino) y Lapsang Souchong).

Los primeros en llevar el té a Europa; fueron los holandeses. Estos establecieron la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (Dutch East India Company) en 1602, siendo la primera corporación multinacional en el mundo. El gobierno holandés le concedió un monopolio por 21 años para realizar actividades coloniales en Asia. En 1606 ésta importó el primer cargamento de té al occidente.

En el occidente, Inglaterra fue el país que más se aficionó por el té. En 1662 el Rey Carlos II contrajo matrimonio con la princesa portuguesa Catalina de Braganza, gran consumidora de té, quien lo lleva a Inglaterra y se pone de moda en las cortes británicas. En el siglo XVII el té era muy caro y sólo lo consumían las clases más altas de la sociedad, por lo que se asociaba como símbolo de refinamiento y estatus social. En los primeros años fue importado a Londres por barcos holandeses, luego la Compañía Británica de Indias Orientales (British East India Company) creada por la Reina Victoria importaba mayores cantidades. Esta compañía fue creciendo hasta tener un enorme poderío en el comercio británico con China, el cual duró 200 años.

Ruta del Té a través del Puerto de Amoy.

En 1748 Inglaterra redujo drásticamente los impuestos sobre el té, aumentando su popularidad y consumo. El comercio de los ingleses con los chinos era uno desfavorable. Las importaciones de seda, porcelana, y té, excedían las exportaciones de lana y especias. En 1773 los británicos comenzaron la exportación de opio, que se obtenía de la vaina de la amapola, la cual era sembrada en su colonia más importante y lucrativa; la India. Esto generó una adicción en los chinos, que ayudó rápidamente a compensar el déficit comercial. En 1839 inició la primera Guerra del Opio. Ya para finales de las mismas los chinos estaban en una situación muy desfavorable, lo que condujo al colapso del antiguo imperio chino en 1942.

Respecto a la India, en 1823 los ingleses se proponen cultivar té. Mayor Robert Bruce a cargo de la guarnición de Assam probó una infusión de hojas de un arbusto local que consumían los nativos, entonces este encontró un parecido en el sabor con el té chino. Bruce envió las hojas a Calcuta para ser estudiadas, descubriendo que se trataba de una variedad local de Camellia Sinensis: la Camellia Sinensis Assamica. A partir de este suceso se desarrolló la industria del té en la India a manos de los ingleses.

La Compañía Británica de Indias Orientales (British East India Company) llevó a la India productores chinos para que les enseñaran las técnicas de cultivo y elaboración del té. El primer cargamento de té negro de Assam elaborado por los ingleses llegó a Londres en 1838. Subastado en enero del año siguiente. Los ingleses demostraron que podían producir su propio té, expandiendo así los cultivos en otras regiones de la India.

A principios del siglo XIX en Inglaterra se establece la costumbre de la hora del té, gracias a la Duquesa de Bedford, quien pone de moda servir la taza de té con un ligero tentempié antes de cenar. El invento sentó tan bien, que la Duquesa comenzó a reunir a sus amigos para tomar el té de la tarde, donde además servía la bebida acompañada de pasteles y emparedados, popularizando así el “Afternoon Tea”.

Duquesa de Bedford, creadora del “Afternoon Tea”.
Fiesta del té de Boston en 1773.

Respecto a Estados Unidos el té se asocia a los comienzos de las luchas de la independencia. En 1773 un grupo de colonos americanos vestidos como aborígenes Mohawk, protestaron en contra de los impuestos sobre el té que impuso Gran Bretaña. Estos abordaron el barco de transporte de la Compañía Británica de las Indias Orientales, vertiendo todo el cargamento de té al agua en el puerto de Boston. Este incidente denominado la Fiesta del té de Boston (“Tea Party”) marcó el comienzo de la guerra de la independencia de EEUU. Razón por la que actualmente el té está libre de impuestos en esa nación.

En 1904 un suceso de relevancia dentro de la historia del té, ocurre durante la Exposición Mundial en Saint Louis (“Saint Louis World Fair”). El comerciante Richard Blechynden introduce el “Ice Tea” o té helado. Este ofrecía su té a los visitantes de la feria quienes se lo rechazaban dado al calor. Añadió hielo al té caliente y lo convirtió en “Ice Tea” refrescando así a los visitantes. Aunque el té helado había sido consumido anteriormente en Estados Unidos, este lo popularizó.

Respecto a la historia, la procedencia o la etimología de la palabra “té”, en chino mandarín se pronuncia chá, pero en la lengua china min, hablado en la costa central china y sudeste asiático se pronunciaba te. Nosotros lo conocemos por té, dado a la procedencia de la ruta comercial hacia Europa. El té llegó a Europa través del Puerto de Amoy (hoy día Xiamen), y en la lengua local el té era conocido como “tey”. Amoy fue el principal puerto utilizado por los europeos en el 1541 y de mayor utilización para la exportación de té durante el siglo XIX. Por lo cual en Europa fue la palabra té, y sus derivados como thé, tea, tee, etc. los que se comenzó a utilizar. En otros países como India, Rusia y Turquía introdujeron al té como “cha” dado a la procedencia de los comerciantes, ya que estos viajaban por otra ruta, la ruta de la seda, provenientes de regiones donde se hablaba mandarín.